La Meriólisis supone la descomposición térmica (Termodescomposición) de residuos por medio de presión y temperatura entre 650°C y 1200°C (calentando, no quemando). En ausencia de oxígeno, la unión de las moléculas contenidas en el residuo sólido se rompe, reagrupando los átomos de los gases y carbonos combustibles y liberando oxígeno.
La Meriólisis tiene emisiones mínimas, muy por debajo de lo indicado por la normativa europea ya que los residuos, son controlados y transformados en energía, evitando así la liberación de toxinas a la atmósfera.
A continuación, se muestra una comparativa con indicadores orientativos de emisiones nocivas de otras tecnologías:
- Incinerador: Entre 1,13-18,52 kg/h of CO2
- Coche de Gasolina: >112g/km 5,6 kg/h en ciudad, 13,44 kg/h en carretera
- Coche híbrido europeo (eléctrico + Gasolina): > 55g/km. 2,75 kg/h en ciudad, 6,6 kg/h en carretera.
- Planta de Meriólisis: 1,7 g/h con RSU, 3,9 g/h con plástico.
Esquema básico de la planta y gasificadora:
En el proceso de Meriólisis, los pellets ya secados y preparados en el proceso anterior se introducen por una tolva “A”. La máquina ha de ser alimentada continuamente. Un sistema de cuchillas permite su entrada a la vez que limita la entrada de oxígeno para que no se produzca combustión de ningún tipo.
“B” Es un motor que hace girar de forma continuada unos cilindros (“C”) por los que van discurriendo los pellets en un proceso que dura entre 1 y 3 horas en función de la morfología de los pellets a tratar. La retorta se calienta con la ignición del propio gas recuperado por la planta, la temperatura en el tubo superior es menor que en el inferior.
En función del producto que se quiera obtener, se ajustará la temperatura. Cuanta más temperatura, más syngas y menos carbón y viceversa. Gracias a esta posibilidad, se obtiene un mayor rendimiento que en las plantas de pirólisis.
La presión interna dentro de la retorta está entre 1 y -1kPa (0,01 y -0,01 bares). En caso de subida de presión, existe una válvula de seguridad que se activa a partir de los 15kPa (0,15 bares).
Una vez los pellets han discurrido a lo largo de ambos cilindros, se han descompuesto y liberado todos los gases contenidos en su interior caen a unas cintas transportadoras (“D”) en forma de humo de carbón si la basura tratada tiene componente inorgánico o en forma de biochar si se ha tratado solamente material orgánico.
Los gases producidos por la descomposición de los pellets pasan a una gasificadora donde se purifican a la vez que se van enfriando, pasando de 650 a 40ºC en el proceso.