Las sociedades en general producen grandes cantidades de residuos sólidos urbanos (residuos alimenticios, envases y embalajes, dispositivos electrónicos). También residuos comerciales e industriales (escombros, residuos de incineración, residuos de refinería). Para hacerse una idea, sólo en la Unión Europea, en 2016 se generaron 2,5 mil millones de residuos (cerca de 5 toneladas por cápita).
A nivel global, el depósito en vertedero continua siendo el método preferido para gestionar los residuos. Sin embargo, el cambio climático ha empujado a las sociedades a buscar mejores maneras de gestionar sus residuos con el fin de reducir su impacto en el medio ambiente.
¿Cómo afectan los residuos sólidos urbanos al medioambiente?
- La mayor parte de los residuos sólidos urbanos (RSU) están compuestos por materia orgánica: restos de comida, de jardinería, comida rápida, papel y cartón. La descomposición de estos productos genera gas, en porcentajes similares, de dióxido de carbono y metano junto con una porción mínima de otros gases. Por tanto, estos gases son una fuente de gases de efecto invernadero (GEI). En países como EEUU, las emisiones procedentes de los residuos sólidos orgánicos presentes en vertederos constituyen la tercera mayor fuente de emisiones de origen antropogénico. En 2016 fueron responsables de cerca del 16% de las emisiones.
- Los residuos sólidos urbanos (RSU) generan lixiviados. Los lixiviados son unos lodos formados a partir de la mezcla de agua con residuos en descomposición. Se trata de un líquido altamente tóxico que puede contaminar tierras, acuíferos y ríos. Generalmente estas sustancias provienen de productos que utilizamos a diario: dispositivos electrónicos, perfumes, productos de limpieza, lacas y barnices, medicamentos etc. Estos productos desprenden sustancias perjudiciales como compuestos orgánicos volátiles (COV), bifenilos policlorados, metales pesados o sustancias radioactivas.
Esta es la realidad en la que vivimos. ¿Soluciones? Existen muchas, y la mayoría de ellas altamente contaminantes. Atención a aquellas que no mencionan claramente de sus emisiones.
REVALUO es nuestro sistema de recuperación y valorización de residuos que calienta, no quema. En las plantas de REVALUO se valoriza el residuo sólido urbano (RSU) y los lixiviados produciendo productos de valor añadido como combustibles, energía eléctrica, biochar o mejorantes de suelo a partir de ellos.
Nuestro sistema es muy bajo en emisiones. Emite menos emisiones que una planta incineradora e incluso que un vehículo híbrido (*menos de 4g/h por tonelada tratada frente 18,52kg/h de una planta incineradora).
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