En algunos países, los neumáticos fuera de uso se reciclan y se convierten en carreteras, en relleno para pistas deportivas, césped artificial o parques infantiles. En otros casos, los neumáticos usados se reutilizan como neumáticos de ocasión o se reparan como neumáticos recauchutados; y en el peor de los casos, se acumulan en vertederos descontrolados o en descampados suponiendo graves riesgos para el medio ambiente y pérdidas económicas. Los NFU se consideran una materia prima.
Por todo ello, es muy importante que se les proporcione el tratamiento adecuado para su correcto reciclaje y revalorización.
Problemas que genera la acumulación de neumáticos usados
✔ Generan grandes volúmenes de residuos al año. ✔ No son biodegradables. ✔ Son difíciles de extinguir en caso de incendio. ✔ Ocupan grandes espacios en vertederos. ✔ Acumulan gases nocivos y lixiviados. |
¿De qué está compuesto un neumático?
Los neumáticos están diseñados de forma que sean lo más durables y resistentes posibles frente a condiciones climáticas adversas y de terreno. Es precisamente ese mismo motivo el que los hace tan difíciles de eliminar y de reciclar. Un neumático está compuesto principalmente de:
- Caucho natural y sintético. El caucho es un material que está compuesto por un 70% de petróleo y, por tanto, tiene una alto poder calorífico. Aunque dependiendo del mercado el porcentaje de caucho en los neumáticos puede variar, de media, un neumático de turismo está compuesto por cerca de un 43% de caucho.
- Acero. El 13% del neumático lo compone su armazón de acero.
- Fibra textil. La fibra textil consta en un 5% del neumático aproximadamente. Está compuesta generalmente por fibras de aramida, rayón, nailon y poliéster y su función principal es servir como material de refuerzo. Aporta mayor estabilidad al neumático.
- Químicos y aceites minerales (azufre, óxido de zinc, negro de carbono etc.). Los químicos y aceites minerales presentes en los neumáticos contribuyen a mejorar las propiedades del caucho y volverlos más resistentes a la tracción, la abrasión y la temperatura. El negro de carbón se utiliza como relleno y mejora la resistencia, mientras que el azufre y el óxido de zinc, en un 1% y 2% respectivamente, se emplean en el proceso de vulcanización del caucho para endurecer los neumáticos y volverlos más resistentes al frío.
¿Qué pasa con los neumáticos al final de su vida útil?
Clasificación de los neumáticos
Cuando un neumático termina su vida útil, este es recogido por empresas de gestión especialmente dedicadas a ello o entregados a un punto de recogida como puede ser un taller. De ahí, los neumáticos usados son enviados a un Centro de Recogida y Clasificación (CRC) donde dependiendo del estado del neumático, se destina a un fin:
- Neumáticos en buen estado: los neumáticos que aún se encuentran en buen estado se envían a tiendas para ser vendidos como neumáticos de ocasión.
- Neumáticos recauchutados: los neumáticos desgastados pero con posibilidad de recuperación son enviados a talleres de recauchutado donde se les cambia la banda de rodadura y se ponen de nuevo en venta.
- Neumáticos fuera de uso (NFU): los neumáticos que no pueden ser recuperados, son clasificados como neumáticos fuera de uso (NFU) y se trasladan a los centros de transformación para su revalorización y reciclaje.
Soluciones: ¿Cómo puede ayudar REVALUO en la gestión de neumáticos fuera de uso (NFU)?
REVALUO es nuestro sistema de recuperación y valorización de residuos de bajas emisiones. A través de la MERIÓLISIS, nuestro tratamiento de basuras que calienta, no quema, conseguimos reciclar entre un 85 y un 90% de los desechos que terminan acumulándose en los vertederos y transformarlos en una variedad de productos de alta rentabilidad. Todo ello, emitiendo unas emisiones mínimas.
Recuperación de componentes con valor económico
En la primera fase de clasificación y separación de basura de nuestro sistema de recuperación y valorización de residuos, conseguimos extraer el esqueleto de acero de los neumáticos y separar la fibra. Dos componentes de valor económico que se pueden vender y reciclar.
Meriólisis y valorización energética de neumáticos fuera de uso
Sometemos al caucho y el resto de químicos y minerales que lo componen, ya triturados y peletizados, a un tratamiento de MERIÓLISIS que calienta, no quema, a altas temperaturas en ausencia de oxígeno.
Con ello, conseguimos combustible Fuel Bunker a ≤ 1% de Azufre y humo de carbón.
¿Sabes que de cada tonelada de goma pura se pueden obtener entre 500 y 600 kg de bunker?
Las plantas de meriólisis dedicadas a este uso son las que generan una mayor rentabilidad. |
¿Cómo se pueden rentabilizar los productos obtenidos del reciclaje de neumáticos usados con REVALUO?
Reciclar el acero
El acero y los alambres recuperados de los neumáticos fuera de uso se pueden reciclar y emplear en acerías eléctricas para la fusión de Hornos Eléctricos de Arco y obtener acero líquido en industrias metalúrgicas.
Reciclar la fibra de neumático
La fibra textil de los neumáticos es muy competitiva frente a otros materiales como aislante acústico en viviendas y edificios por su gran capacidad de absorción de vibraciones y resistencia frente agentes atmosféricos.
Rentabilizar el Fuel Bunker
El Fuel Bunker o Fueloil se utiliza como combustible de sustitución por industrias que basan su actividad en un alto consumo de energía, como el caso de las empresas cementeras, fomentando el ahorro energético.
Rentabilizar el humo de carbón
El humo de carbón se puede emplear como combustible no contaminante para industrias.
¿Qué beneficios presenta reciclar NFU con REVALUO?
✔ Reciclamos un producto no biodegradable. ✔ Obtenemos rentabilidad económica a partir de él. ✔ Emitimos unas emisiones mínimas (<3,9 g/h). ✔ Contribuimos a una economía circular. ✔ Retorno de la inversión rápida y 100% ecológica. |